VIDA MÁS CONSCIENTE EN FAMILIA
Tratar de vivir consciente no tiene que ver con tomar jugos verdes todas las mañanas o intentar que tus hijos sean buenos para las verduras.
Para mí el tema de estar consciente tiene que ver con una forma de ver la vida, de enfrentarse al día a día y de sentir como pasa el tiempo por nosotros y por nuestra familia, tratando de disfrutar de manera sencilla y transmitir eso a nuestros hijos.
Es por eso que se me ocurrió escribirles un poco de esto y de ver cómo, concretamente, eso se puede hacer.
Para hacerlo más claro aún, porque muchas veces uno se queda en palabras lindas, que después cuesta mucho aterrizarlas, vamos con un punteo:
Tratar de empezar las mañanas en buena onda con la familia. Si es necesario poner el despertador antes para que todo sea más relajado y armónico, mejor dormir menos pero que todo fluya mejor y que lo gritos por vestirse y tomar desayuno no sean una constante. Y si podemos meditar unos 5 minutos antes, bienvenidos sean!!
Entender que el desayuno muchas veces se hace complicado porque los niños (y nosotros) no tenemos hambre tan temprano, recomiendo ajustarlo de a poco a cada niño, encontrar la medida de lo que comen y lo que prefieren para partir el día, sin imponer. En mi casa, Pedro toma jugo de manzana, y ha sido santo remedio, antes peleaba horas para que se comiera una fruta. La Juana se toma una leche de almendras y no tiene ningún interés en ese jugo, pero si se come las manzanas mientras hacemos el jugo juntas. Ir ajustando los relojitos de todos, es difícil, pero creo que es importante.
Tratar de dedicar espacios de tiempo, aunque sean cortos a hacer algo que nos encante. A mi me encanta mi trabajo, pero tiene que ver con hacer una pausa de eso y de nuestros niños. Yo siempre estoy con alguna manualidad en proceso, eso me relaja y me distrae. Y hacer deporte, aunque sean 40 minutos, me desconecta del mundo y me conecta con el cuerpo. Basta con bajar alguna aplicación de ejercicio en el celular y estamos.
Pisar la tierra directamente, para liberar energías. Un rato de jardín o plaza con los niños está buenísimo. Ideal dejar el celular bien guardado y preferir un libro. Finalmente, gastamos tanto tiempo en mirar aplicaciones, fotos ajenas, recetas que nunca haremos, decoraciones y en general, lo que queremos es rellenar tiempo, pasar el rato, en vez de aprovecharlo. Yo tejo o leo en la plaza, obvio que con un ojo puesto en los niños.
Darse tiempo para cocinar algo. En mi caso, hago leche de almendras, preparo mi kefir, fermento chucrut, y una infinidad de tareas que significan alimentarse más sano, pero de verdad me las gozo.
Pasar más tiempo en familia. Tomar desayuno o comer con los niños, aunque esto signifique comer a las 19.30 pm, vale la pena, y es mejor para nuestra digestión. De nuevo, sin celular. Ser ejemplo de ellos finalmente es mucho más importante que decirles que la espinaca les hace bien. Si nos ven comiendo sano, de a poco se interesarán.
Acostarse temprano, ojalá sin televisión, con libro y buena conversa. Seguro que así nuestra mañana comenzará mejor.
Elijan un par de cosas y empiecen. No se arrepentirán. Y si pueden vivir fuera de Santiago, creo que es la decisión número 1!!