Lápiz y tecnología
El ruido del sacapuntas está casi extinto en las salas de clases de escolares y universitarios. Ese sonido fue reemplazado por el tecleo de los computadores y, en algunos casos, hasta por el silencio de dispositivos como teléfonos celulares. La tecnología de punta ha llegado para simplificar la vida de una sociedad que cada día se enfrenta al desafío de optimizar su tiempo y métodos de aprendizaje. El valor de lo análogo parece diluirse cada vez más en favor de más rápidas y con características que hace solo unos años atrás parecían impensadas.
Faber-Castell, la empresa alemana líder en el mercado de lápices y artículos de arte de técnica seca, es una de las tantas del rubro que no ha visto un detrimento en sus ventas a pesar de que el sector de aparatos electrónicos se ha convertido en una de las industrias más lucrativas de las últimas décadas. Teniendo esto en cuenta, ¿por qué se siguen vendiendo lápices si cada vez los computadores y otros aparatos se hacen más asequibles para los usuarios?
Son varias las investigaciones que se han hecho en torno a este fenómeno. Una de ellas es el estudio donde se observó a mil estudiantes cursando sus primeros años escolares. En el segundo grado de escuela primaria, se descubrió que los estudiantes de educación pre escolar, a partir de la enseñanza y la práctica de la caligrafía, tienen mejores habilidades motrices finas y superan a sus compañeros en comprensión de lectura y ejercicios matemáticos cuando se encuentran en segundo grado.
“Existe el mito de que en la era de los computadores no necesitamos la escritura a mano. Eso no es lo que nuestra investigación está mostrando” asegura Virginia Berninger, profesora emérita de psicología de la Universidad de Washington. El solo hecho de usar un lápiz para tomar apuntes o dibujar activa un circuito neuronal único que aparece solo si se usa un lápiz. Stanislas Dehaene, psicólogo de la reconocida Collège de France en París explica este fenómeno afirmando que “existe un reconocimiento central del gesto en la palabra escrita, una especie de reconocimiento por simulación mental en tu cerebro. Al parecer este circuito está contribuyendo de maneras únicas que no habíamos reconocido. Aprender se hace más fácil”.
Para madres de niños pequeños es casi instintivo desarrollar la creatividad de sus hijos comprándoles un cuaderno y crayones. Cuando empiezan a escribir a mano, los niños son más capaces de generar ideas y retener información; además de leer más rápido. Aunque sólo el esfuerzo real compromete las vías motoras del cerebro y ofrece los beneficios de aprendizaje de la escritura a mano. Según la revista “la escritura manual apoya la función ejecutiva al captar la atención de un niño y desarrollar su capacidad de concentración”. A largo plazo, los niños que tuvieron una enseñanza extensiva por medio del uso del lápiz se convierten en adultos capaces de lograr un trabajo complejo de conceptualización y abstracción. A su vez, estas habilidades se ven reforzadas por la costumbre de usar lápiz en el día a día.
La interrogante que surge a partir de estos estudios es cómo podemos integrar las nuevas tecnologías a los métodos de aprendizaje y al día a día de las personas sin ir en detrimento de artefactos análogos que han logrado ganar su espacio en la historia por considerarse revolucionarios en su época. Si bien el lápiz tuvo su apogeo, es momento de volver a reconocer su valor indispensable en los procesos cognitivos del ser humano. Volver a lo básico es una oportunidad de replantear nuestros métodos y de aprender a hacer convivir el pasado con el futuro.
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